Un sabio es un niño que nació 2 veces y nunca es tarde para tener una infancia feliz.
¿Cómo reconocer a ese sabio? Así es… ¿cómo abrazas, conscientes o traes contigo a ese niño o niña que te acompaña todos los días? Al cual le debes tu personalidad, la forma de convivir con el mundo que te rodea y hasta la calidad de vida que tienes el día de HOY.
Si tuvieras la capacidad de traer a ese niño o niña de 5 años a este momento, ¿qué te diría?
El sufrimiento negado de niños y de adolescentes se va acumulando dentro de la piel hasta somatizarlo y llevarlo alguna parte de nuestro cuerpo, emoción o pensamiento.
Y es de esta manera como la mayoría llevamos un niño herido dentro de nosotros, de manera consciente o inconsciente, algunos quizá porque lo Reyes magos no nos trajeron nunca el juguete que le pedimos, porque papá o mamá quizá nunca estaban por trabajo, porque no los conocimos, o quizá por haber sufrido un tipo de abuso mental emocional o físico, en fin, pudieron haber ocurrido cantidad de cosas, pero no nos damos cuenta como algunos de nosotros aún llevamos cargando a este niño, al no sanar.
Por lo anterior, te hablo de las heridas que pudieras presentar y algunas de sus características:
Te invito a que identifiques si alguna de estas características la vez, escuchas o sientes familiar y te permite identificar alguna de las situaciones que marco a ese niño y hoy lleva cargando ese adulto.
Una vez que lo identificaste:
Una vez que hayas contestado a estas preguntas, ¡¡ te felicito!! Por reconocer a ese niño o niña, abrázalo, consiéntelo, reconócelo, amalo, respétalo y comprométete con el para caminar juntos de la manera que ambos elijan.
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