Todxs sentimos, todxs nos emocionamos es inherente al ser humano, pero pocas veces nos detenemos a pensar ¿cómo se llama lo que sentimos? ¿ qué hago con lo que siento? ¿ cómo puedo empatizar con lo que la otra persona siente? esto es lo que llamamos alfabetización emocional.
La importancia de la alfabetización emocional radica en saber nombrar lo que sentimos porque, lo que no nombró no existe y claro que existe la emoción existe, el sentimiento existe saberle dar nombre me va a facilitar el que yo pueda gestionar lo que siento, y para qué me sirve, saber lo que siento primero que nada para reconocerlo en mí para poderle dar un nombre y poder desarrollar recursos para afrontar lo que estoy sintiendo y no tener un desbordamiento emocional que lo único que pueda lograr es no poder comunicarme con el otrx (llámese; hijx, pareja, amigos, padre, madre, vecino, cliente etc.)y tener que utilizar modos no sanos para poder comunicarme haciéndome daño, los niños por ejemplo cuando no pueden comunicar lo que sienten hacen berrinche, los adolescentes cuando no pueden comunicar lo que sienten posiblemente se autolesionen, los adultos cuando no podemos comunicar lo que sentimos tal vez nos volvamos agresivos, violentos, ahí radica la importancia del educarnos emocionalmente poder trabajar con lo que sentimos entenderlo nombrarlo tomar conciencia de él darnos cuenta que sucede en nuestro cuerpo cuando sentimos miedo por ejemplo, cuando sentimos tristeza, cuando sentimos frustración. Esto nos puede ayudar notablemente en poder establecer una comunicación sana una comunicación donde yo me responsabilizo de lo que siento y no responsabilizo al otro de lo que yo estoy sintiendo, comprender que, no tengo poder sobre el otro, que yo soy la persona que genera su sentir no es el otro quien me lo genera.
Esto lo aprendemos desde que somos niños cuando mi mamá me dice “si no comes mamá está triste”, cuando la maestra me dice “si no aprendes la me voy a enojar” Eso no es cierto nadie tiene el poder en sus manos sobre mis sentimientos, pero eso sólo lo vamos a comprender cuando aprendamos a gestionar nuestras emociones nos evitaríamos tantos conflictos tantas violencias tantas guerras, por eso hoy te exhorto a que aprendas a nombrar lo
FUENTE: Psic. Irene RodrÍguez Rivera EN CREZCO JUGANDO
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